jueves, 6 de noviembre de 2008

¡Maldita soledad!


Con lágrimas en los ojos intento dormir, mientras la voz del silencio a mi oído susurra — ¡Déjate morir!
Afuera la lluvia y adentro... adentro la soledad a mi lado ronca
— Muévete, no me dejas dormir— le digo cortante, pero sigue terca acompañándome.
Lleva varias noches aquí, por el día se esconde bajo mi piel, donde nadie la pueda ver y sólo yo sepa que sigue ahí.
— ¡Muévete!— le vuelvo a decir
Pero por el contrario me aplasta, lucho con ella pero su fuerza no se compara y de nuevo sucede… respiro con dificultad al sentir como su fría pesadez me inmoviliza por completo.
— Por Dios, ¿qué comes?— me quejo con el último respiro
— Sonrisas e ilusiones… recuerdos y momentos…— dice en voz baja queriendo dormir
Y ahí es cuando siento como el oxígeno empieza faltar, mi cuerpo helado un tono morado empieza a adquirir… La escena de un asesinato cada noche en mi habitación se vuelve a repetir….

“She lives and breathes in a World that brought her to her knees”

miércoles, 15 de octubre de 2008

Desvaríos


Pienso en cien formas de decirte lo que siento; escribo formulas y pistas, palabras incoherentes; imagino situaciones y no dejo de esperar una reacción.

Las palabras no me alcanzan, parece imposible llegar a decirlo. Maquino momentos en los que podré hablar, pero es inútil, al fin y al cabo no resultará, como las costumbres que se vuelven leyes, no podré hablar, tragaré palabras que me desgarrarán la garganta, ocultaré lágrimas, pintaré una sonrisa, arrugaré el discurso entre mis manos procurando que no lo veas y con hipocresía responderé que todo está bien… pero de alguna manera te lo haré saber, ten por seguro que lo sabrás, porque mi desesperación por que lo sepas se ha cansado ya, de amenazarme cada noche con no dejarme dormir, de impulsarme a levantarme, de desviar mis ojos del camino buscándote, y cuando te ve me amarra los labios y con trampas me marea dejándome casi inmune a tus palabras.

Podrías por favor, acercarte un poco más, quiero volverte a mirar a los ojos, necesito ver tus ojos y derretirme en ellos, y de paso pedirte un abrazo, de esos con los que me matas, y te ruego, antes de que te alejes más, regálame una sonrisa… como adoro tu sonrisa…

sábado, 27 de septiembre de 2008

Consecuencias

Dos palabras, un significado... sus consecuencias, infinitas... una sonrisa, una lágrima, una confusión, una ilusión...

¿Cómo decirlo sin dañar a nadie? ¿Cómo demostrarlo sin alejarte?

Y para ser sincera, mis lágrimas brotan cuando el día ya no se llama día, mis ganas se caen, mi sonrisa... desaparece.

Porque en la locura del arrepentimiento no hay más dolor que el del presente y sus recuerdos del ayer. No hay forma de volver y solo una de enfrentar. Con cada lágrima pago el dolor y con agonía... miro de nuevo al pasado... ¡estúpida! Repito, estúpida... por romper lo que tu misma construías, por voltear tu rostro a la dicha y sonreírle a su enemiga.

Y hoy... de nuevo sufro, con el corazón abierto, porque a pesar de haber vuelto, las cosas no son igual... ¡no lo son! Por más que te repitas lo contrario... no lo son, y porque así tú lo quisiste, porque así lo hiciste.

Nadie a quien mirar con tristeza, sin brazos a los cuales aferrarte, solo alguien a quien besar de vez en cuando... así te sientes, abandonada por ti misma, tirada en algún rincón del pensamiento... y una vez más... ¡SOLA!

¿Lo que necesitas? Dos palabras, un significado, su consecuencia, algo a que aferrarte... algo porque pelear... una ilusión de que algún día te recuperarás... algo para limpiar tus lagrimas... algo...

martes, 23 de septiembre de 2008

Abrázame, aléjate


Un atento cielo rojo que a lo lejos se esconde tras aquel edificio, vigilando cada uno de mis movimientos, alerta a la primera señal de que sigo indagando por tus ojos, aún cuando sé que no están aquí.

Sí, mis ojos apenados buscan el bosque en el que les gusta perderse, tus ojos, tragaluces de un alma tan bella, tan llena de luz, con destellos de desánimo al verme quieta y callada.

Abrázame..! Que no quiero que el día desaparezca aún, concédeme un minuto más contigo.

Apártate..! Que tengo miedo de perderte en la inmensidad de un paso en falso.

Una noche... tan larga como ésta, en la que vivo un sueño sin desenlace, temblando en el frío de la soledad y la lluvia que cae sobre el tejado.

Un día... deslumbrante, casi feliz... extrañándote sin remedio alguno más que la vida diaria como distractor y la esperanza de un mañana.

Las estrellas parpadean y nos ven en mi desvarío, inocentes espectadoras de mi desliz. Las nubes, también en lo alto, casi culpables, al ser suaves columpios de mi imaginación.

Aun ni siquiera te tengo y ya tengo miedo de perderte...

domingo, 21 de septiembre de 2008

Callo...


Ya no hablo, callo... porque tu vida está muy llena de obstáculos como para ponerte uno más... callo

Solía escribir... ahora callo... porque ¿cómo expresas algo que solo el arte de las lágrimas puede decir?

Usaba llorar en tus brazos, ya no... callo, sigo llorando, cierto, pero escondida en la penumbra de mi soledad... lloro en la intemperie de la muchedumbre, tal vez no veas mis lágrimas... pero mi alma sangra y calla

Antes encontraba una respuesta en tus ojos, pero ahora te encuentro más perdido que yo... olvidado en la esquina de algún pasillo... ahogado entre números y letras...

¿Quién es al que veo en tus ojos? No es por el que sonrío en la mañana, pero sí por el que mi llanto surge en la noche...
¿Quién es? Lleno de preocupación y agobio, con una sonrisa fingida y el cuerpo fatigado... ¿Quién es?

¿Vas a volver? Aún mantengo la estúpida fe de que así será, y por eso... SOLO POR ESO callo... no me he marchado, aguanto y callo... porque intento creer que tengo la certeza de que con el tiempo recuperaré lo que la Luna me hizo perder...

Por mientras... callo

jueves, 18 de septiembre de 2008

Muñeca de PXNDX Versión personalizada


Todo lo que necesito
¿Sólo tú lo puedes dar?
Todo lo que yo quiera
¿Tú lo tienes?

Necesito un abrigo
¿Entre tus brazos estaré?
Necesito un camino
¿Tú lo pintas?

Tu muñeca está llorando
Tu muñeca está...

Tu muñeca esta llorando
Pero no sabe porque
Será que no te quiere
¿¡¿No te quiere?!?

Necesito un amigo
¿Aquí tu mero estarás?
Pero me pedirás que te mate
Y yo no te mataré


Tu muñeca está llorando
Tu muñeca está...

Tu muñeca está llorando
Tu muñeca está...

¿Sabes quién fue? Tal vez ¿por qué?
Yo lloro, nadie me hizo llorar

Yo quiero, mas no quiero
Verme feliz
Nadie me hizo llorar

Naturaleza urbana y soledad saturada


Sentada entre el verde del paisaje y mi desvarío, percibiendo un singular olor a pasto. Bajo la luz blanca de un entristecido día nublado, con una brisa apenas perceptible, al ritmo de las águilas y al fondo un riachuelo que llama.

Aquí asediada de naturaleza urbana y soledad saturada espero, ansiosa y casi exasperada, espero por eso que no sé que es, pero aún así le doy tiempo.

Diviso sombras y caminos que me alientan a viajar por ahí. Sin moverme camino entre los árboles y huelo la tierra bajo mis pies humedecida. Me esfuerzo de nuevo por saber que persigo, pero de nuevo me encuentro sentada bajo un alto pino.

Pero de pronto realizo que espero por una señal, sí, algo, lo que sea, que me diga por donde empezar al menos… porque entre lo alto de mi imaginación que juega entre ramas y lo bajo de mi cuerpo que se conforma con hojas caídas, he descubierto la enredadera de raíces que en mi mente he cultivado… Lazos que no se deshacen, lo “inseparable” que no logro volver a unir, amores de hielo y otros de plata, madera que suena constantemente, palabras inconsistentes, idealización de lo inexistente.

...

Ahora he caminado, me alejé del bosque de quimera para volver a sentarme en medio de la realidad de concreto y teclas desafinadas, pero… aún espero… tal vez esté a unos pasos de mí o tal vez muy lejos, tal vez por ahí jugando a esconderse o quizá solo esté dentro de mí.

martes, 16 de septiembre de 2008

Madera que suena


Tocas a una puerta que no se abre. Golpe tras golpe la respuesta sigue siendo solo el eco de tus palabras.

Madera que suena en el vacío de un alma que ha luchado inútil por darle la espalda a tanto... tanto que me ha vuelto ciega, sorda y muda...

Estúpidamente ciega ante corazones más sinceros que el propio. Intencionalmente sorda, negando lo que tengo al frente, tan fresco y abierto... pero sigo sin escucharlo. Fríamente muda, porque con cada hermosa letra que formulas, mis labios se consumen en quietud completa.

Con un golpe más y has intentado abrirme los ojos, la boca, el corazón. Pero algo en mi insiste, no sigas por favor, que con cada golpe una lágrima de culpa rueda por mi mejilla.

(Aquí continúa... pero prefiero guardarmelo para mí)

sábado, 13 de septiembre de 2008

Esta noche


Cerré los ojos cansada y bajo la luna blanca intenté dormir, pero aún lo escuchaba jugar con trozos de madera húmeda, inventando palabras y caminaba buscándome entre desfiladeros de piedra.
Me levanté en la oscuridad y ahí encontré el brillo de sus ojos juguetones atentos a mi mirada, sus labios hablaban sobre palacios y diamantes, mientras yo ingenua escapé y recorté con tijeras una puerta para poder dejarlo salir. La pinté del color espléndido de sus ojos y afuera el verde pasto le llamaba por su nombre, triste me miró y su cabellera con el viento se revolvió.
No podía creer que de mi mente lo quisiera sacar y con pesadez caminó hacia la maltrecha puerta que amenazaba con aplastarnos. Lo miraba caminar lento, mientras mi corazón se retorcía requiriendo que se rehusara a salir.
Con una lágrima en la mejilla su mirada se congeló en la mía y como una ventana logró ver claramente lo que me dolía dejarlo ir. Retrocedió un par de pasos ante la puerta y de repente me paralicé, lo vi correr hacia mí de nuevo pero mi cuerpo seguía sin reaccionar.
Se fue aproximando cada vez más, caminando firme tal monstruito, pero con la elegancia que solo él puede controlar... se acercó suavemente hasta que su rostro frente al mío obvió en mi una sonrisa delatadora... no se rindió, cerrando la puerta con la potencia de su ser, cerró también sus ojos y besó mis labios con suavidad... en seguida... desperté.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Vértigo por tu vacío


Probé otros labios cuando lejos estuvimos, volví a tu lado y tu dulce sabor se vio opacado por la lejanía de tus ganas.

¿Te quiero? Eso no lo sé… ¿me querés vos? Lo pongo en duda también.

¿Y cómo volver al éxtasis del cielo? ¿Cómo verte sonreír sin sentir que algo hace falta? ¿Cómo vivir si sé que sabés que perdí la esperanza hace tanto?

¿Cómo sonreís al vacío de mi alma? ¿Cómo lamentamos por lo que no existe? ¿Cómo?... ¿Cómo?

¿Me darás la mano si me caigo una vez más? La tercera es la vencida… dicen por ahí, pero para el corazón los números no existen… heridas y lágrimas de hielo son lo que valen para él.

¿Cómo verte venir cuando por dentro no estoy ahí? ¿Cómo mirar a la luna y fingirle con una sonrisa que todo está bien? ¿Cómo tomar una rosa y apenas poder admirar sus espinas..?

Es beber una dosis diaria de pasión para tal vez así recuperar lo tanto y tonto que perdí… ¿Perdí? ¿O gané?

¿Habré ganado al no morir al verte partir? ¿Gané al no sufrir con lo vacío de tu nombre grabado en mi pecho? ¿Gané al no llorar ante la falta de un “te amo” diario? ¿Gané al no desperdiciar besos antes derramados sobre la frialdad de tu piel?

¿Ahorré miradas de dolor cuando mi cama preguntaba a gritos por vos? ¿Gané..?

Lamentos, llantos y hasta rencores… todo eso que por vos viví, ¿estará de vuelta sin con el tiempo te vuelvo a amar?

Decímelo vos… Pues eso no lo sé yo… decímelo vos que aunque no quieras ni quiero yo, controlás la mitad de mí…

Y luego, después de vos… ¿quedará algo para mí? Eso tampoco lo sé… pero mucho menos lo sabrás vos…

O mejor dicho… ¿quedará algo de mí? ¿Algo que no te haya entregado?

Y es que hoy es cuando vuelvo a necesitar algo de donde agarrarme y volverme a levantar pero será sola esta vez, sin necesidad de mirar atrás… que pueda tomar algo de lo que suelo dar sin necesidad de pedírtelo de vuelta.

Que no haga falta extrañarte, hablarte… mirarte… intentar amarte…

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Adiós...


Ahora, ya es muy tarde, la distancia se formó en un instante... te vas...
Moriré sin razón por la distancia de un alma que creí casi hermana
Idiota y culpable me siento, por la belleza que en mi viste...
Grosera tendré que ser para que con el tiempo aprendas a
Odiarme!

Risas y abrazos quedaron atrás, tristeza inevitable tal arco iris a blanco y negro... ya que te gané y es irremediable, te gané y no es agradable.

Tormentosa la noche en que me robaste un beso pero más aún en la que me declaraste tu lejanía y provocaste esto

¡Maldita la hora en la que sonreí sincera y bajo tu luz brillé como nunca lo había hecho en un escenario!

Que triste es caminar entre la niebla disfrutando lo que seguramente será una última noche, que cruel es verte partir dándome la espalda por última vez. Que melancólico es decir con sollozos... adiós... amigo...

martes, 9 de septiembre de 2008

Encontrarte


Muchos colores, y aquí entre fotos y agua te espío sobre los hombros de la gente
Marco el silencio, cuento segundos y pasos hasta que simulando un accidente nos encontramos frente a frente
Con esa voz tan cómica pronuncias un hola y la terminas con un beso en mi mejilla, nos hablas de escenas y números mientras yo con ese brillo poderoso que tienes me hago pequeñita. Pero de repente tus ojos vuelven a encontrar los míos y me dices cosas tan bellas… mi felicidad, tus palabras que luego se vuelven hacia los demás. Se te hace tarde y lo acabas de recordar, con otro beso fulminas y dices adiós.
Paso las horas entre juegos y algunas luces para luego volverte a encontrar, sentado entre gente, simulo no verte cuando tengo que pasar, te miro con sigilo y me ves ¡diablos! Me descubres, saludas, saludo… te acercas, me paralizo y en eso una mano conocida me hala y me aleja de ti, te vuelves a sentar y desde lejos te descubro viéndome y sonríes. Sonrío para mí, al cumplido que mi imaginación formula, al verte sonreír mientras pasas a mi lado.
Y ahí acaba mi aventura diaria, te pierdes tras una puerta y yo huyo antes de delatarme. Hasta mañana será, me digo a mi misma pensando en volverte a encontrar.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Lluvia


Lluvia

Como lluvia sobre las ventanas, lágrimas blancas ruedan sobre mis mejillas.

Con mis ojos empapados veo con dificultad como la gente corre apresurada, mientras yo sigo estancada, ignorada.

Agua… rueda por mi cara, mi pelo, mis manos… y yo sigo aquí llorando… pero ¿por qué? No sé

De pronto he sentido soledad a mí alrededor y un horrible descontento en mi interior.

¿Qué te pasa? ¿Por qué me miras así? ¿Acaso nunca viste un ave con el ala herida? Perdido, frustrado y sin libertad…

¿Qué me pasa? ¿Por qué dejé de volar? ¿Por qué vuelvo a sentir la necesidad de tu calor conmigo?

La tarde fría y oscura se apodera del ambiente y de mi alma…
Lluvia… gota a gota… cae. Gota a gota... como mi ego.

Sangre brota de mi ¿acaso no lo ves? Y como luciérnagas relampagueantes, mis ojos se apagan, mis manos tiritan y mi corazón… mi corazón se rinde.

Lluvia limpiando mi alma, tu también ríndete… no vale la pena… ríndete que un corazón vacío es un alma sin sentido.

Solo una mirada...


¿Qué habrás hecho? Para hechizar con una mirada todo mi cuerpo y con un beso romper mis desvelos.
¿Qué hay en esos ojos? Que me congelan en un instante y me embriagan al otro.
¿Cómo lo haces? Para detener el tiempo y desaparecer todo a mi alrededor.
Para dejarme inmersa en un mar de mil poemas, para con una caricia llevarme adonde el cielo termina y el cuerpo y el alma se combinan.
¿Qué me has hecho? Para tenerme aquí escribiendo mientras a la lejanía tu cuerpo dormita.
¡Sí aquí! Pensándote, mirándote en la oscuridad… y ¿sabes qué es lo peor de todo esto? ¡Que es todo por tu maldita culpa! ¡Sí toda tuya! Por sonreír tonto al mirarme, por ese brillo en tus ojos, por esas caricias que en el frío anhelo, por haber aprendido a desbaratarme con solo una mirada… solo una mirada…

sábado, 6 de septiembre de 2008

Horizonte


A cada paso que doy te vuelves a alejar, maldito horizonte, anhelo imposible de conseguir.

El gris por la mañana acentúa tus ojos aún adormitados, pero por la tarde tu sonrisa brilla cuando el sol se oculta tras de ti

A lo lejos te veo… verde... bajo la magia de la percepcion, como siempre hermosamente verde

Magnífico… impresionante como con tu belleza nos haces voltear a verte cada anochecer

Infinito… inexplicablemente infinito…

Inalcanzable como el fin del cielo mismo, por mas que intente no te dejas atrapar

Omnipresente… siempre ahí para saludarme a lo lejos, siempre aquí para robar la mas sincera sonrisa… siempre.

Sacúdeme con tus manos, tan delicadas pero imparables y llenas de arte, mírame con tus ojos de niño y pide que me detenga, que el horizonte no se puede tener… dímelo tu, que aunque loca y otras cosas me digan los demás, no me detendré hasta escucharte, por eso dímelo tu, y dejare de insistir y de volar… dímelo tu… horizonte… tan lleno de luz hermoso e inalcanzable…