lunes, 18 de mayo de 2009

Introducción



La luz se fue filtrando con suavidad por la cortina hasta hacerla despertar, se fue enderezando con pereza. Cuando por fin estuvo de pie caminó hacia el espejo, en él se reflejaba un cuerpo delgado que denotaba fatiga. Sus ojos hinchados, carecían de su brillo común y por el contrario, tristeza, melancolía, pero más que todo soledad pura, brotaban de su piel y se burlaban de ella desde la superficie plana.

Su apartamento vacío parecía más grande, Dave tenía tres días de no aparecer desde la última pelea.

Tomó una ducha caliente, aún pensando adónde ir... había huido de su casa hacía cinco años, la habían despedido del trabajo unas semanas antes, su novio no daba señales de vida y el dinero ya no alcanzaba para la renta.

Metió toda su ropa y demás pertenencias en dos maletas, mientras, contenía lágrimas de frustración y no dejaba de pensar.

Caminó con un poco de pesadez cargando sus cosas, tomó el suéter de Dave y abrió la puerta. El sol le dio justo en la cara casi segándola y en ese momento la imagen de su hermano mayor apareció en su cabeza.

—¡Claro! Mathew tiene que ayudarme— dijo para sí

Bajó rápidamente al vestíbulo, dejó las llaves en el mostrador sin decir palabra alguna y salió. Afuera tomó un autobús con destino a Orange County, California.