miércoles, 28 de enero de 2009

Carta (historia paralela a Make Some Noise)

Me desperté de golpe al escuchar mi celular, tiré la cobija a un lado e intenté correr al escritorio donde creía haberlo dejado, pero me percaté que aún tenía los pantalones en los tobillos cuando ya mi cara había dado contra el suelo, donde también había llegado a dar mi celular

— ¿Hola?— dije con un gemido entre sueño y dolor
— ¿Tony?— escuché a Brandon al otro lado
— Ajá...
— ¡"Dude"! ¿Dónde has estado? La última vez que te vi discutías con Charlotte y eso fue hace tres noches, además...
En ese momento tuve una clase de visión retrospectiva... recordé haber hablado con Charlotte y luego solo recordaba que ella se marchaba dejándome solo en el bar...
— ¿Sigues ahí?— la voz de Bran me trajo de vuelta al suelo de mi habitación
— Mejor hablamos luego... no me siento bien— le contesté y colgué

Me quedé tirado en el suelo por un rato, pero pronto, mi cabeza y mi estómago, especialmente, se encargaron de reprimirme las grandes cantidades de cigarrillos, cocaína y alcohol que había consumido la noche anterior.

— ¿Tony?— escuché una voz femenina dentro del cuarto, lo que me hizo enderezarme con rapidez, y sí, ahí estaba... tremenda rubia usando apenas una de mis camisetas negras, con el pelo mojado, mirándome desde la puerta que da al baño, solo había un problema, no tenía idea de quién era...
— ¡Oh! Ahí estás...
— ¿Qué?— pregunté confundido
— Nada... es que no te vi en la cama

Restregué mis ojos y sacudí la cabeza esperando despertar de aquella pesadilla en la que había tenido sexo con una diosa y no lo recordaba al día siguiente... pero no... era real, como siempre...

— Al menos hasta inconsciente tengo buen gusto...— pensé en voz alta al verla vestirse
— ¿Dijiste algo?
— ¿Eh?...— de verdad estaba desconcertado— no... ¡no no!
— De acuerdo, me voy— dijo tomando un bolso azul del suelo— llámame

Me besó en la frente con una de esas miradas seductoras que te erizan la piel y luego la escuché salir por la puerta principal.
Me senté en la cama con la mirada sumergida en el blanco de la pared, es algo que suelo hacer... Miré mi cama, se veía tan vacía... fría... sin Charlotte... y de nuevo mi ego al suelo por imaginar lo que había hecho con la mentada rubia... me sentí pésimo... tanto física como emocionalmente.
Subí mi pantalón y fui a mi escritorio... no necesitaba pensarlo, mi mano empezó a escribir sola y a la luz de la fotografía de ella

"Charlotte,
sé que no tengo derecho a quejarme y sé que esto no hará que te tenga de nuevo en mis brazos... pero tu me conoces, y pocas cosas me han apasionado tanto como tú, nunca creí que fueras una chica más... de verdad pensé que eras LA CHICA, pero al parecer me equivoqué... tú has decidido marcharte, y para ser honesto, lo único que espero es que me extrañes tanto como yo a ti.
Parece increíble, ¿no crees? Apenas ha pasado un año desde que todo empezó y has llegado a significar tanto para mí, increíble cómo me volviste loco con esos ojos café y cómo en esos momento en que se me venía el mundo encima, tú hacías que todo desapareciera con un simple "tranquilo T"... pero ¿ahora? ¿Ahora que es cuando más te necesito? Ahora... solo me queda preguntarme dónde estarás esta fría mañana de noviembre.
Es cierto... no teníamos derecho a reclamar, lo habíamos prometido, pero tú fuiste la primera en hacerlo, cuando me marché aquella madrugada... lo siento... tenía que hacerlo, mi mente no podía más... me abrazaste toda la noche, pero lo único en que podía pensar era tu novio... ¡ese factor maldito que le oculté hasta a mi mejor amigo! Pero no... "decidimos" ocultar el hecho de que tu novio existía... si tan solo él supiera todo lo que te atreviste a decir y hacer... ¡¡si supiera cuántas noches estuviste conmigo en esta cama!! Pero con la maldita excusa de que "vives muy lejos y pasas mucho tiempo lejos" lo escogiste a él anoche... y tomaste el primer avión a Washington...
Esta noche... será otra cosa, no tengo idea de dónde estarás, pero te aseguro que sí sé donde deberías estar... así es... estoy aquí, en "nuestro" departamento... aquí ¡malditamente solo cuando deberías estar conmigo!
Y te juro... nunca llegaré a amar tanto a alguien como lo hago por ti...

Siempre tuyo,
Anthony Vidor"



Cuando terminé de escribir tenía lágrimas en los ojos, sudaba frío... me había quitado un peso de encima, respiré con pesadez un par de veces y volví a la cama.

Días después convertí el escrito en una canción y la carta... pues... aún la conservo.