jueves, 6 de noviembre de 2008

¡Maldita soledad!


Con lágrimas en los ojos intento dormir, mientras la voz del silencio a mi oído susurra — ¡Déjate morir!
Afuera la lluvia y adentro... adentro la soledad a mi lado ronca
— Muévete, no me dejas dormir— le digo cortante, pero sigue terca acompañándome.
Lleva varias noches aquí, por el día se esconde bajo mi piel, donde nadie la pueda ver y sólo yo sepa que sigue ahí.
— ¡Muévete!— le vuelvo a decir
Pero por el contrario me aplasta, lucho con ella pero su fuerza no se compara y de nuevo sucede… respiro con dificultad al sentir como su fría pesadez me inmoviliza por completo.
— Por Dios, ¿qué comes?— me quejo con el último respiro
— Sonrisas e ilusiones… recuerdos y momentos…— dice en voz baja queriendo dormir
Y ahí es cuando siento como el oxígeno empieza faltar, mi cuerpo helado un tono morado empieza a adquirir… La escena de un asesinato cada noche en mi habitación se vuelve a repetir….

“She lives and breathes in a World that brought her to her knees”